LA PREHISTORIA
La
prehistoria (del latín præ-, «antes de», y de historia, «historia», este último
es un préstamo del griego ιστορία, «historia, investigación, noticia») es,
según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la
aparición de los primeros homininos, antecesores del Homo sapiens, hasta que
tenemos constancia de la existencia de documentos escritos, algo que ocurrió en
primer lugar en el Oriente Próximo hacia el 3300 a. C.; en el resto del
planeta, posteriormente.
El
fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración
creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del
hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su
jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el
incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería
muy correcto estudiar dentro del ámbito de la prehistoria sociedades de
carácter totalmente urbano como los incas y mexicas en América, el Imperio de
Ghana y el Gran Zimbabue en África o los jeméres en el sudeste asiático, que
solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos
que de ellos tenemos (los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la
Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo
que forman un sistema completo de escritura).
África
es la cuna de la humanidad y es en la actualidad el continente en el que más
poblaciones siguen utilizando tecnologías prehistóricas. Resulta fácil concluir
que la prehistoria de África es la más larga y compleja de todo el globo. Pero
esto no siempre fue visto así, ya que durante el siglo XIX y hasta mediados del
XX se adjudicaba a Asia nuestro origen. Esta teoría era la consecuencia de que
los fósiles de homininos más antiguos con los que se contaba entonces procedían
de allí: el Hombre de Java y el de Pekín. Tal visión cambió radicalmente con
los trabajos realizados en el África austral y oriental, y publicados a partir
de los años cincuenta del siglo XX, que remontaron la antigüedad de los fósiles
africanos (de Australopithecus y Homo) a cuatro millones de años atrás.
Algunas de las Características de la prehistoria:
Nomadismo.- La vida durante las tres primeras
etapas, era primordialmente nómada o seminómada; el hombre se desplazaba de un
lugar a otro en busca de alimentos, ya fueran estos recolectados de los árboles
y plantas, o cazados, siendo la cacería uno de los motivos por los que el ser
humano fue nómada, pues los grupos humanos seguían a los rebaños y manadas de
los distintos animales a los que cazaban, estableciendo campamentos temporales
en las cercanías de los ríos o fuentes de agua donde se detenían a beber agua
los animales o en lugares estratégicos dentro del área de las migraciones de
los animales.
Organización Tribal.- Los individuos de los diferentes
grupos humanos, tenían como base social la familia, siendo los miembros más
ancianos o más fuertes los líderes de la misma. Ya sea para cazar, recolectar
frutos o defenderse de fieras o de otros grupos humanos, las familias se
juntaban formando grupos de varios miembros emparentados entre sí, denominados
clanes, y a su vez estos clanes se constituían en tribus, teniendo ya un orden
social jerarquizado y divisiones de trabajo para sus miembros.
Creación de
Herramientas.- Desde
las más tempranas épocas del hombre (los distintos tipos de homínidos),
comienzan a hacer avances tecnológicos, consecuencia del mayor desarrollo
cerebral de los distintos homínidos, resultante de los cambios en su
alimentación, principalmente gracias a la introducción de productos cárnicos,
que le aportaron más calorías y nutrientes esenciales para el desarrollo
cefálico. Al principio fueron herramientas sencillas, como palos y piedras para
alcanzar frutos o matar animales, así como para defenderse de depredadores.
Posteriormente el hombre creó herramientas de los huesos de los animales que
cazaba. Descubrió el uso del fuego, tal vez de forma casual, aprendiéndolo a
dominar y a encender, mediante el frotamiento de maderas o golpeando piedras.
El fuego fue una herramienta eficaz contra depredadores, así como un alivio en
los tiempos fríos. Además le dio otros usos como alumbrarse durante la noche y
principalmente para cocer los alimentos, y para mejorar herramientas como al
endurecer palos puntiagudos en el fuego.
Aprendió
a tallar y luego pulir las piedras, fabricando mejores herramientas con las
cuales cazaba. Llegando en los tiempos protohistóricos a utilizar los metales y
dominándolos, metales como Cobre, Oro, Plata, Bronce y el Hierro.
Sociedad.- La sociedad en un principio era
tribal; en donde las jerarquías no eran muy estrictas, pero al avanzar el
tiempo la sociedad va evolucionando y diversificándose en distintos estratos
sociales, creándose los estratos de los gobernantes y sacerdotes en la cima de
la pirámide social, seguidos de los guerreros, artesanos y campesinos. Al
terminar la prehistoria, a finales del neolítico, al comienzo de la edad de los
metales, surge otro eslabón en la sociedad, el de los esclavos, quienes eran
prisioneros de guerra o comerciados entre los distintos pueblos.
Economía.- La economía durante los primeros tres
periodos de la prehistoria se basaba en la cacería y la recolección de frutos y
raíces; se cree que pudo haber algún comercio (mediante trueque) entre
distintas tribus, intercambiando herramientas o algunos de los productos que
cazaban o que recolectaban.
En
el último periodo de la prehistoria, en la edad de los metales, y aun durante
parte del neolítico, al hacerse sedentarios y comenzar la agricultura, el
comercio aumentó; primero mediante trueques y posteriormente mediante la
invención de objetos que se usaban como moneda, en algunas regiones plantas
como el cacao, o monedas de piedra, conchas, piedras preciosas, trozos de
metal, etc., hasta la creación de la moneda metálica propiamente como tal.
Agricultura.- durante el neolítico y principios de
la edad de los metales, en varias regiones cercanas a ríos y algunos lagos,
comienza el desarrollo de la agricultura, siendo cereales, hortalizas y algunas
verduras los primeros productos que el ser humano aprendió a cultivar. Algunas
de las primeras especies que se comenzaron a cultivar, fueron el trigo, la
avena, la cebada, el sorgo, el arroz, el centeno, el maíz, la papa, así como
plantas como el algodón, el lino, y diversas legumbres y frutas como la vid, la
manzana, o la pera, en el viejo continente o las calabazas, chiles y papas en
américa.
Domesticación de
Animales.- Quizás
como consecuencia de encerrar algunos de los animales que cazaba para poder
comerlos después, el ser humano fue aprendiendo los hábitos de los animales y
comenzó a domesticarlos poco a poco. Siendo algunos de esos animales, los
perros, que bien pudo haber recogido cuando cachorros de lobos, como
“mascotas”, o mediante la cercanía que se fue dando entre el hombre y el
animal, como los gatos que bien pudieron haberse acercado a los asentamientos
humanos, al cazar los roedores que rondaban los graneros y reservas de comida
de los humanos. Y haciendo cruzas de los ejemplares que poseían características
convenientes para su uso, como mayor cantidad de carne en cerdos y vacas, o
mayor producción de lana como en llamas y borregos. Algunos de los primeros
animales en ser domesticados por el hombre son, el perro, gato, caballo, vaca,
gallina, cerdo, ganso, patos, y la llama o la alpaca y el guajolote o pavo en
América.
Religión.- Tal vez como una forma de favorecer
la buena caza, la recolección abundante, o la fertilidad, el ser humano comenzó
a realizar rituales mágico-religiosos, iniciándose así las primitivas
religiones. Siendo en un principio politeístas y siendo sus principales
deidades diosas de la fertilidad, dioses cazadores-guerreros, así como a
aquellos animales a los que cazaban o las fieras a las que temían, mediante
representaciones de aquellos o tótems. Su adoración era dirigida por los
miembros más ancianos del clan pasando luego a formarse sacerdocios más
estructurados, hasta que en la edad de los metales las diversas religiones ya
tenían estructuras y rituales complejos.
Política.- Los primeros gobiernos que
existieron, se daban dentro de las familias o clanes, siendo sus líderes los
miembros de mayor edad o los cazadores y guerreros más destacados. A este
respecto hay que mencionar que gran parte de las culturas primitivas tenían una
estructura matriarcal, que luego evolucionó a patriarcal, y posteriormente fue
estructurándose y repartiéndose el poder ya sea entre los sacerdotes o los
guerreros, instituyéndose posteriormente como reyes a sus líderes, y creándose
dinastías hereditarias.
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